miércoles, 12 de enero de 2011

¿QUÉ COÑO HAY EN TU BAR?

Estoy muy harto de escuchar en los telediarios de este mes de enero, la tediosa y soporífera cantinela de hosteleros varios sobre lo mal que les ha sentado a sus negocios la actual y muy necesaria ley antitabaco.
La raza humana es muy de echar las culpas de sus males siempre al prójimo. Hoy dia no conozco a nadie que se equivoque, todo cristo es perfecto. Somos los más listos, los más guapos, lo más de lo más...


Estos empresarios quejumbrosos deberían, por un lado mirarse el ombligo y por otro pararse a pensar. Por la mente de estos empresarios pasa la idea de que sus clientes van a su bar porque se puede fumar o eso deduzco por las declaraciones que hacen. Digo yo que cuando entras a un bar tu primer pensamiento no es fumar aunque muchos fumadores lo primero que hagan sea encenderse un pitillo antes de pedir.
En los bares y restaurantes no entras y dices: _¡Camarero póngame un Malboro! Digo yo que cuando un fumador piensa en entrar a un bar o restaurante no piensa en fumar sino en pedir algo de beber y/o de comer, el fumar es algo complementario a lo que realmente se va a hacer a un sitio de estos.


Por tanto, decir que la ley antitabaco ha hecho caer la afluencia a los bares es como decir que el límite de velocidad impuesto por la DGT en autopistas y autovias hace bajar la venta de vehículos, porque esa misma gente que antes iban a los bares, ¿dónde están ahora? ¿Han dejado de salir a los bares porque no se puede fumar? ¿Creéis que las macrodiscotecas donde los clientes se tiran horas y horas van a dejar de tener afluencia? Seré franco con vosotros (esto lo dijo uno en 1958 y lo metieron preso), la gente sigue saliendo a tomarla, fumadores y no fumadores.


¿Se han molestado los hosteleros en mirar más allá? No. Yo soy un tipo que frecuento mucho los bares y me gusta más alternar que a un tonto un lápiz y sigo yendo a los mismos sitios que me gustaban antes de ley, me gustaban cuando había humo y me gustan más aún sin humo. Imagino que les pasará lo mismo a los fumadores.
¿Por qué los hosteleros no miran más allá? Pues porque es más fácil culpar a otros de sus males, un empresario que quiere una clientela determinada se cierra puertas, sin en tu negocio el humo es insoportable los no fumadores que somos la mayoria no entraremos. Si ahora no se permite fumar tendrás que hacer algo para atraer clientela.


Otros hosteleros autónomos se tiran todo el dia metidos en sus locales pues son jefes y camareros a la vez y claro si fuman, que son muchos, pues ya les molesta estar horas sin hacerlo pero si les regalan un viaje a Japón en avión no rechistan y se tiran horas sin fumar dentro del avión.
Otros locales directamente los desechas por el aspecto, los hay con una barra muy larga y poco para picar, si acaso una tortilla con muy mala pinta, en algunos el que anda detrás de la barra es un estúpido, otros entras y parece que no existes aunque el bar esté vacío, en otros te pides una caña y te ponen pipas de tapa pero los mejores son los que contratan un pibón para captar clientela.


España es un país que tiene un bar por cada 125 habitantes más o menos a mi me parece una pasada y una bendición pero hay que decir que lo que no puede ser es que "cualquiera" monte un bar. Hay tantos bares iguales y tantos bares que sobran que los hosteleros, para destacar, deben tener un negocio que atraiga a la gente tanto fumadora como no fumadora,  jóvenes y jubilados, mujeres y hombres asi su negocio será próspero con ley y sin ley. Lo que pasa es que muchos empresarios creen que su local es la repapolla y sus parroquianos unos descerebrados capaces de tragar con cualquier mierda que tenga luz y cerveza.

Una canción del maestro Abarca.

2 comentarios:

  1. Bueno, y las estimaciones sobre la caída en la afluencia de gente son tan válidas como los análisis de los economistas antes de la crisis.

    Quitando aquellos que se han gastado una pasta en separar zona de fumadores de los no fumadores, el resto que no se queje tanto.

    Padres con hijos que no bajaban van ahora a salir a tomar el aperitivo, no cuentan el dinero que se ahorran en pintar las paredes todos los años por culpa del humo, el deterioro del mobiliario por las colillas, la pasta en calefacción en invierno por tener que poner el extractor de aire cada dos por tres...

    Y por supuesto, que el que baja a tomarse una caña, seguirá tomándosela, no te jode. A ver si porque el cigarro nos lo fumamos en la puerta nuestra vida se ha ido a la mierda.

    Por supuesto, el fumador llegará a casa disgustado porque no le huele ni el pelo ni la ropa a humo.

    Y así, como cosilla final: el humo MATA. A fumadores y no fumadores. Un detallito, nada más.

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  2. Y fíjate en un detalle: antes de la ley casi nos salimos del Horóscopo porque no se podía estar. Antes había gente que no entraba en sitios cargados de humo y ahora entra, vamos como dice Jose Mota: las gallinas que entran por las que van saliendo.

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