miércoles, 31 de octubre de 2012

SANDEZ Y GORDA

¡Ding dong!_ (Timbre ranciofact).
_"Parece que llaman a la puerta"_ me digo. No suele venir nadie a casa así que con muy buena disposición me dispongo a abrir. Cojo aire con fuerza y abro la puerta a lo loco, sin usar la mirilla. El el umbral de mi puerta había 2 tipos altos y fornidos, con pinganillos en las orejas sujetados con una mano, la otra mano estaba semiescondida en la americana negra que vestían, al más puro estilo Napoleón.

_ ¿Es usted Cifu?_Preguntaron.
_ Pues si vienen a matarlo no. ¿Qué quieren, qué buscan?
_ Yo soy de la consejería de sanidad madrileña y mi "compañero" de la catalana.
_ Pues para ser antagónicos visten ustedes igual, incluso tienen la misma pose.
_ Eso es porque llevamos 24 horas juntos...pero no desvíe el tema. Nos han enviado para hacer un estudio sobre usted.
_ Pero ustedes ¿a quién buscan?
_ Al Cifu_contestó el catalán.
_ Bueno...pues sí soy yo_ me la jugué.
Los tipos pasaron a casa de malas maneras, apartándome a un lado e ignorando al perro. Y se pusieron a revolver toda la casa. Me abrieron cajones, miraron los bajos de mi vehículo, levantaron las alfombras, me montaron una gorm que tenía a medio montar y tras tomarse un café nespresso "volutto my favorite", dijeron: "Eureka" el madrileño y "Bingo" el catalán.
Habían encontrado una caja de ibuprofenos. Tragué saliva pues sabía que habían descubierto que estaba tomando medicamentos por encima de mis posibilidades.
_ ¿Usted para qué quiere esto?
_ Para posibles dolores de cabeza pero siempre consumo propio, que conste en el acta sí lo tienen...
Así que apuntaron en un bloc de notas con publicidad de Bisolgrip: Una caja de ibuprofenos con 6 pastillas.

Meses más tarde, el conseller catalán de sanidad dijo que en Cataluña la gente coleccionaba medicamentos porque les salía baratos y se aprobó el euro por receta. Los políticos madrileños lo criticaron pero hoy Madrid ha tomado esta misma medida. Así como os cuento es como Artur Mas e Ignacio González saben los medicamentos que guardamos en casa.

Que sepáis también que esta historia no puede ser verdad. Yo no vivo ni en Madrid ni en Cataluña.