jueves, 13 de octubre de 2011

¿QUIÉN QUIERE SER ESPAÑOL?

No se si da risa, repugna o gusta pero es imposible estar impasible ante la lección de patriotismo que satura los medios de comunicación y muchas de las tertulias de bar propias o ajenas en cualquier lugar de España.

La derecha española que tanto ha criticado acciones de gobierno supuestamente de izquierdas por desviar la atención sobre la crisis económica y laboral, centrándola en estupideces varias, como los abortos, matrimonios gays y ministerios de igualdad, no pierden tiempo en volver a atacar con otras estupideces propias de su ideología como la de si somos muy españoles o poco españoles, si usamos mucho la bandera o poco en nuestra vida diaria.

Como me jode decirlo pero la derecha más rancia y católica de este país ha acertado. Precisamente con la que está cayendo y viendo la clase política que tiene España y la cantidad de mangantes, caraduras e hijos de puta varios a los que la buena marcha del país le suda la polla, muchos como yo se replantean seguir llamándose español.

Solo hay que poner la tele y encontrarse con algunos ejemplos para cuestionarse la nacionalidad y emigrar lejos muy lejos.

Ejemplo 1: Encuestas en la calle con ciudadanos de a pie, y escuchar elogios a la clase política, la clase rancia, la de toda la vida, la que ha llevado a España a ser lo que es, un paraíso de sinvergüenzas y chorizos donde la desigualdad es cada vez mayor, decir que "votan a tal o a cual porque es muy guapo y habla muy bien" o decir burradas tales como "me da igual que haya robado yo soy del ___ y mi voto no va a cambiar", o "peores son los otros..."

Ejemplo 2: Incumplimiento con saña y alevosía de unos programas electorales que no se lee nadie, ni siquiera el propio candidato. (Por eso se lo saltan a la torera). Ya lo vimos hace años en el debate a 2 Aznar-González o en el programa de Pedro J. Ramírez con Rajoy. Mi amigo Paco tiene razón, habría que realizar un exámen escrito sobre los programas que vas a votar antes de votar (yo añadiría otro de tipo psicotécnico y cultural), si es infame que los votos de unos valgan más que otros en este país de nacionalistas trasnochados que se quejan de vicio, lo es también que el voto de un zote valga lo mismo que el de alguien que tiene cierto conocimiento de lo que está votando y con un mínimo de cultura, ya no de política, sino general.

Ejemplo 3: El gobierno al que votas no toma decisiones propias sino las que le dictan los bancos, los dichosos mercados y Alemania o Francia. ¿Para qué mantenemos a todos estos malnacidos pudiendo mantener a los políticos alemanes entre su país y el nuestro, y con las condiciones laborales teutonas?

Yo quiero ser alemán. Quiero viajar dentro de mi país y que no me odien por nacer donde le salió del coño a mi madre, quisiera preocuparme de cosas importantes y no de la separación del territorio, de si pongo la bandera en el balcón o en los huevos, quiero que mis políticos dimitan si la cagan, tener un BMW y una segunda residencia en España, ser alto y rubio, escupir al hablar, tener paisanos que no tiran papeles al suelo, tener el oktoberfest a tiro de piedra y mucha pasta que gastar en putas en Italia o España, por qué no.

De verdad que pongo la tele o me doy una vuelta por la calle y me entran muchos sentimientos pero ninguno es estar orgulloso de ser español. Por esto y muchas cosas más que no he dicho quiero ser alemán, ¡qué cojones! Carlos I era emperador, y Alemania era nuestra, ¡que vuelva a serlo! Aunque tendrá que ser por las armas hace siglos proclamaron su independencia intuyendo lo que venía y por las buenas no creo que quieran juntarse.

¡Santiago y cierra España!